Parece que los comentarios públicos no son del agrado de muchos. Por eso y por más razones, que no vienen al caso, aquí os dejo una cuenta de correo en la que podeis decir lo que os venga en gana.

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martes, 1 de enero de 2008

Un río en casa

Hace ya tres años por estas fechas que logré cumplir uno de los sueños de mi infancia: Tener un acuario propio y gigante. Mide un metro y tiene unos 100 litros. La verdad es que es una pasión que he cultivado desde niño gracias a mi familia y ahora que tengo mi pequeño mundo acuático esto muy feliz por ello. Aprovecho a saludar el año nuevo con esta entrada. Signo de vida, tranquilidad y naturaleza. Mi intención al montar un acuario, no era otra que tener un poco de vida en casa. Sentirme un poco el creador de un mundo. Hacer un mundo que si fuera pez me lo pasaría bomba. Gran error. Les peces no tienen los mismos gustos que un humano que sueña ser pez. Ellos viven su vida y no tus sueños. Tras un primer fracaso de gran índice de mortandad, con unos cuantos cambios de agua, decoración, filtrado y rebajar el intervencionismo de mis manos dentro del agua conseguí estabilizar el biotopo. Las grandes estrellas de mi mundo acuático han sido los guppys. Que animal más hermoso y que barato sale. Con un macho y tres hembras puedes estarte un año sin visitar la tienda. Es una especie vivípara, es decir, la hembra pare peces vivos y no huevos. Es alucinante el momento del parto. Un regalo de Dios, sin duda. Poco a poco he ido completando la variedad de especies: cardenales, basureros, come algas (de los que no crecen como bestias), un caracol gigante (da gusto como elimina las algas), y un par de Colisa Lalia. El baile de cortejo de los guppys es de las cosas más hermosas que se pueden tener en un acuario (foto inicio), con el abaniqueo del macho. Por otra parte los Colisas y su nido de burbujas entra en el mundo de las curiosidades más peculiares: el macho con la boca hace una especie de saliva de burbujas y trozos de hojas que corta el mismo o recoge por el acuario y aprieta a la hembra abrazándola para sacar los huevos que coje con la boca y escupe al interior del nido donde son fecundados y desarrollados. De momento no he logrado criar nada, pero quien sabe ... Con la emoción del asunto se corre un gran peligro: montar más acuarios y empezar a parecer tu casa una piscifactoria. Para los no iniciados son de interés los libros-folletos y videos que tienen editados las casas comerciales, como Tetra. Los folletos son gratuitos y los tienen en algunas tiendas, en cuanto al video (incluso los folletos en pdf), se encuentran con facilidad en internet ... Otra ventaja es que ensucian menos que otro animalico y si te vas de finde, les pones el comedero y un automático a la luz y a vivir sin pedir favores al vecino-familiar de turno. La pega: cambios de agua periódicos y montaje-desmontaje de todo el tinglao cada año más o menos. Ahora sin duda algun: Si te gustan los animales, no lo dudes, pon un río en casa.

Memorias del recuerdo

Lo bueno y lo malo de la mente humana son los recuerdos.

Cuando la vida te impulsa a seguir adelante, cueste lo que te cueste, tu inevitable compañera es la memoria.
Memorias de experiencias marcadas a fuego.
Recuerdos de tu vida en sensaciones.
Reacciones del pasado que se hacen presente.
La lógica de lo vivido es traído, con frecuencia erróneamente, para resolver el presente, o plantear un futuro por explorar. Siempre la experiencia es un grado y el zorro viejo tiene mucho camino andado y muy curtido su pellejo.
Pero eso solo te es válido, y no siempre, cuando de mundanas cuestiones se trata.
Cuando los sentimientos son los que mandan, los recuerdos, las memorias del pasado son solo equipaje que sobra.
La vida, trasiego de moradas, acervo de recuerdos ...
El paso del tiempo, arañar la felicidad, poner los cimientos en tierra firme, confiar en Dios, amar y anteponer la familia a todo, limpiar la memoria y aceptar los recuerdos es el mejor modo de pasar las moradas.
Poner al día el almacén de memorias del recuerdo, sin eliminar nada de lo vivido, pero colocando cada cosa en su sitio, es una tarea obligada para que la vida no sea un continuo pasarlas moradas.