Parece que los comentarios públicos no son del agrado de muchos. Por eso y por más razones, que no vienen al caso, aquí os dejo una cuenta de correo en la que podeis decir lo que os venga en gana.

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miércoles, 5 de marzo de 2008

Nadie como tu

En momentos en que flaquean las fuerzas, aunque sea por un simple catarro, te das cuenta de qué personas son las que te importan y cuales quieres que te rodeen. A todos aquellos que habéis cruzado mi mente (exceptuando a los que os presentais en las pesadillas), en estos días de enfermedad os dedico una canción de la Oreja de Van Gogh.

Nadie como tú para hacerme reír.

Nadie como tú sabe tanto de mí.

Nadie como tú es capaz de compartir

mis penas, mi tristeza, mis ganas de vivir.

Tienes ese don de dar tranquilidad,

de saber escuchar, de envolverme en paz.

Tienes la virtud de hacerme olvidar

el miedo que me da mirar la oscuridad.

Solamente tú lo puedes entender

y solamente tú te lo podrás creer.

En silencio y sin cruzar una palabra.

Solamente una mirada es suficiente para hablar.

Ya son más de veinte años de momentos congelados

en recuerdos que jamás se olvidarán.

Nadie como tú para pedir perdón.

Nadie como tú valora esta canción.

Nadie como tú me da su protección,

me ayuda a caminar, me aparta del dolor.

Tienes ese don de dar tranquilidad,

de saber escuchar, de envolverme en paz.

Tienes la virtud de hacerme olvidar

el miedo que me da mirar la oscuridad.

Solamente tú lo puedes entender

y Solamente tú te lo podrás creer.

En silencio y sin cruzar una palabra.

Solamente una mirada es suficiente para hablar.

Ya son más de veinte años de momentos congelados

en recuerdos que jamás se olvidarán.

Y pasarán los años y siempre estarás buscando un plan

para que se hagan realidad los sueños que

soñábamos antes de ayer al dormir

hablando del tiempo que nos quedará por vivir.

En silencio y sin cruzar una palabra.

Solamente una mirada es suficiente para hablar.

Ya son más de veinte años de momentos congelados

en recuerdos que jamás se olvidarán.

Y sin hablar. Sólo al mirar sabremos llegar a entender

que jamás ni nada ni nadie en la vida nos separará.

Gracias mil por aguantarme. Soy un mal enfermo, ya lo sabéis. Os quiero.

Memorias del recuerdo

Lo bueno y lo malo de la mente humana son los recuerdos.

Cuando la vida te impulsa a seguir adelante, cueste lo que te cueste, tu inevitable compañera es la memoria.
Memorias de experiencias marcadas a fuego.
Recuerdos de tu vida en sensaciones.
Reacciones del pasado que se hacen presente.
La lógica de lo vivido es traído, con frecuencia erróneamente, para resolver el presente, o plantear un futuro por explorar. Siempre la experiencia es un grado y el zorro viejo tiene mucho camino andado y muy curtido su pellejo.
Pero eso solo te es válido, y no siempre, cuando de mundanas cuestiones se trata.
Cuando los sentimientos son los que mandan, los recuerdos, las memorias del pasado son solo equipaje que sobra.
La vida, trasiego de moradas, acervo de recuerdos ...
El paso del tiempo, arañar la felicidad, poner los cimientos en tierra firme, confiar en Dios, amar y anteponer la familia a todo, limpiar la memoria y aceptar los recuerdos es el mejor modo de pasar las moradas.
Poner al día el almacén de memorias del recuerdo, sin eliminar nada de lo vivido, pero colocando cada cosa en su sitio, es una tarea obligada para que la vida no sea un continuo pasarlas moradas.