Vaya que sí. Como odio este mundo estúpido que nos hemos empeñado en vivir.
Como añoro la vida de antes. Jesús!, ahora todo es a la carrera. Viva los ordenadores! -recuerdo que cuando se empezó a ver ordenadores en algunas casas y empresas, allá por los 80, se decía de ellos que nos iban a facilitar el trabajo ...-, Coño! que bien se callaron lo de que nos lo iban a duplicar.
Que mal llevo esto del fin de año. Todo tiene que estar hecho y maquillado. Todo el año dando largas a los problemas y ahora entre comidas salvajes -en tamaño y especies-, y champán barato a rematar todo. Arghhhhh!
Y el "jefe", madre mía, es como en las películas de policías: parece que siempre asciende el más inoperante. No tiene ni idea de lo que se trae entre manos él y menos de lo que hago yo, pero tranquilo que siempre opina y sobre todo no falta comentario al uso: "y esto no debías haberlo terminado la semana pasada", sí hombre sí, claro que llevo una semana y más que estaré sino te callas y te quitas de enmedio.
Y la agenda. ¿Para qué quiero yo una agenda? Apunta todo y espera al día de la fecha y bla, bla, bla. Mentira!. Nunca se hace lo que tienes apuntado, reapuntas hasta que lo dejas de hacer porque te lo sabes de memoria el recordatorio y los imprevistos que cada vez son más previsibles, al menos en su origen: el "jefe" y como haya dormido, que tienen más urgencia que lo importante.
Dios mío!, que lejos están las vacaciones de verano. Menos mal que están los fines de semana.
Eso cuando no te empeñas en hacer todo lo que entre semana no has podido hacer de: la casa y los hobbies y el deporte y la familia, y la compra del mes (que se hace cada semana???), y los amiguetes.
Uffff, que miedo me da pensar en lo que me queda por hacer. Menos mal que a la parienta ya la certifique de vuelta con su padre. Mi "jefe" y mi conciencia son suficientes para mortificar mi existir.
Pues resumiendo, que acabaré sufriendo las enfermedades de moda del mundo de hoy: trastorno depresivo por "estrés", cólon irritable por la ansiedad, infarto por el colesterol, cáncer por el tabaco, alzehimer por la agenda y la calculadora, cataratas por el ordenador, o quién sabe incluso las padeceré todas a la vez.
De momento me asustaré con los análisis clínicos que me dan mañana y rezaré para no pasar otra semana de julio en cama por lo que mi abuela (+) daba en llamar "un causón" y que no es más que un simple agotamiento.
Pues eso, que si el año pasado fue tranquilo y me dio el mal, tal y como llevo éste sufro de yuyu al causón.