Madre solo hay una y ...
Qué gran verdad. Desde hace unos días tengo a mi amada madre en el hospital.
Qué gran susto y qué gran pena verla falta de su sonrisa, falta de su color sonrosado, falta de su coqueteada forma de existir.
Casi sin fuerzas y con muy poquitas ganas de nada, nunca le ha faltado ánimo para seguir transmitiendo ese amor que nos tiene a toda la familia.
Madre mía, como te quiero y como necesito tu acompañamiento. Lágrimas desesperadas a los pies de tu cruz. Lamento histriónico del miedo.
Cuatro sustos, y una gran alegría. Casi de cine ha sido la historia. No le ha faltado de nada: Trama argumentada, suspense, fotografía, vestuario, actores principales y secundarios, una amplia figuración y un final abierto lleno de esperanzas.
El calor de tu corazón y tu mano tendida buscando la mía en las amargas y largas noches de vigilia. Recuerdos ya, que nadie me quitará.
Pronto solo será una aventura más en tu largo existir y una fiesta loca lo celebrará.
Qué grande eres madre!!
Ahora ya sé porque no tengo suerte en la vida, me la gasté toda el día en que fui engendrado en tu ser. No tengo la menor duda de que lo mejor de mi, eres tu.
Viva la madre que me parió!!